En España se abandonan más de 137.000 animales de compañía cada año, un 15% de los que son entregados en refugios son por problemas comportamiento.
Te proponemos algo a nivel mundial, que jamás te alejes del que empezó siendo tu mejor amigo, él nunca lo haría; y si por algún casual no es posible la convivencia, preocuparnos de que tenga un realojo digno como lo que es para nosotros.
La mayoría de problemas graves de conducta que tenemos con nuestras mascotas no aparecen de un día para otro, sino que albergan sus raíces en problemas subyacentes que muchas veces pasamos por alto.
Son muchas las personas que intentan resolver por su cuenta problemas graves de agresividad que se han desarrollado durante mucho tiempo y achacan como causa principal a la dominancia. Intentan desesperádamente «someter» a su perro para así solucionar el problema, nada más lejos de la realidad, además de destrozar completamente su relación con el perro.
Existen diversos tipos de agresividad, sensibilidad, miedos, ansiedades, malas conductas higiénicas, fobias, trastornos conductuales o como queramos llamarlos, pero lo que todos tienen en común es que para superarlos (y no solo basta con poner un parche a la situación), necesitamos trabajar la auto-regulación, el auto-control y otras conductas alternativas al problema, y qué mejor manera que hacerlo mejorando nuestra relación con el animal, utilizando para ello el juego, una buena educación y el adiestramiento formal.
No se dejen engañar por el párrafo anterior, un problema de agresión no se soluciona simplemente jugando o con comida, pero SI que lo hace:
¿Parece fácil verdad?
Sus vidas pasan volando, nunca es tarde para dar una mejor calidad de vida, que no te frenen las ganas de tener un perro ideal.